Paletillas

La paletilla es una pieza de jamón que se obtiene de la pata delantera del cerdo, a diferencia del jamón tradicional que procede de las patas traseras. Aunque ambas pasan por un proceso de salazón y curación similar, la paletilla es más pequeña, suele pesar entre 4 y 6 kilos y requiere un tiempo de curación más corto, generalmente entre 12 y 24 meses, dependiendo de si es serrana o ibérica.

La paletilla es una opción muy apreciada para quienes buscan un producto con carácter a un precio más económico, ya que suele ser más accesible que el jamón, sin renunciar a la calidad.

Al igual que con el jamón, una paletilla puede empezarse con la pezuña hacia arriba o hacia abajo, y la elección depende de cuándo y cómo vayas a consumirla:

Pezuña hacia arriba: es la forma más común si se va a consumir en poco tiempo (unos días o pocas semanas). De esta manera se comienza por la parte más jugosa y tierna la maza, disfrutando desde el principio de su sabor y textura óptimos.

Pezuña hacia abajo: se recomienda cuando el consumo va a ser más lento. Al empezar por la parte más curada la babilla, se evita que esta zona se reseque demasiado mientras se disfruta primero de la carne más curada, reservando la zona más jugosa para el final.

La elección entre paleta o jamón ibérico depende de lo que busques en sabor, textura, precio y duración.

El jamón ibérico proviene de las patas traseras del cerdo, pesa más (7 a 9 kg), tiene mayor cantidad de carne magra y un proceso de curación más largo (24 a 60 meses). Esto le otorga una textura más suave, sabores complejos y una mejor conservación una vez abierto.

La paleta ibérica procede de las patas delanteras, es más pequeña (4 a 6 kg) y su curación es más corta (12 a 24 meses). Aunque contiene menos carne y más hueso, ofrece un sabor más intenso y aromático debido a la mayor proporción de grasa. Además, suele ser más económica que el jamón.